El mantenimiento del sistema de aire acondicionado de nuestro coche
Con este artículo queremos enseñarte las causas de las posibles averías del aire acondicionado de tu coche, y algunas soluciones a las mismas, comenzando por su buen mantenimiento.
Las averías en el aire acondicionado del coche son de las más frecuentes, por lo que no deberían asustarnos demasiado, ya que éste se utiliza bastante, ya sea para dar calor en las temporadas de frío o para refrigerar el interior del coche cuando hay altas temperaturas en el exterior.
Veamos algunas de estas posibles averías:
- El filtro no funciona correctamente. Esto puede ser causado porque esté sucio o atascado, lo que imposibilitará que el aire acondicionado circule como se espera. Para evitarlo, es importante limpiar el sistema de forma habitual y realizar un buen mantenimiento de todos sus elementos.
- Mala lubricación del compresor. Es uno de los principales diagnósticos para las averías de este sistema. Sólo podemos evitarlo con revisiones y mantenimiento habituales.
- Líquido refrigerante insuficiente. Quizás el sistema de aire acondicionado sí funcione, pero no salga todo lo frío que debería. Para paliar esta situación, hay que asegurarse de que hay suficiente líquido refrigerante en el depósito, y si no lo hubiera, basta simplemente con recargarlo, aunque conviene comprobar que no hay fugas por el radiador o los conductos.
- Ventiladores que no funcionan. Esta sería quizás la peor de las posibilidades, ya sea porque estén atascados, oxidados, o porque haya finalizado su vida útil. Si ese fuera tu caso, tendrás que llevar el coche al taller para que realicen el mantenimiento del sistema al completo.
Conviene recordar que, además de detectar el tipo de avería, debes tener en cuenta que un mal funcionamiento del sistema de refrigeración conllevará a un impacto en el consumo de combustible, primero, porque utilizar el aire acondicionado siempre conlleva un mayor gasto de combustible, pero, a demás, si está averiado y no te das cuenta, el consumo será mayor. Por todo esto, debes prevenir, en la medida de lo posible, estas averías del aire acondicionado y asegurarte de que está en buen estado.
¿Cómo afecta el funcionamiento del aire acondicionado a nuestro coche?
El sistema del aire acondicionado consiste, en resumen, en coger aire caliente, enfriarlo e introducirlo en el interior del vehículo. En ese proceso consigue enfriar, filtrar y deshumidificar el aire gracias a un gas que cambia de estado (de gas a líquido y de líquido a gas cíclicamente), y a varios elementos mecánicos como el compresor, el condensador, la válvula de expansión y el evaporador.
Este proceso consume, evidentemente, una energía que afecta al motor y al consumo de combustible del coche, haciendo que sea mayor el gasto de energía cuanto el aire, tanto del habitáculo como del exterior, esté más caliente, y cuanto más fría sea la temperatura programada en el climatizador.
Con el aire acondicionado en funcionamiento, el motor perderá hasta 5 y 15 CV que tiene que destinar a refrigerar el vehículo, por lo que los coche más afectados serán los coches pequeños con motores menos potentes. A demás, el uso de este sistema hará que nuestro coche consuma hasta un 5- 20% más de combustible, si el motor es térmico, o de gas/electricidad, si se trata de otra mecánica.
Tareas de mantenimiento recomendadas
- Enciende el aire acondicionado una vez al mes, para evitar que se resequen los conductos y, sobre todo, que proliferen moho y bacterias en su interior.
- Introduce un termómetro por alguna de las salidas de aire y espera unos 10 minutos, si tras ese tiempo marca la misma temperatura que tienes seleccionada, a lo mejor le falta fuerza debido a un problema en el compresor o a que el filtro del habitáculo esté obstruido o sucio.
- Cambia el filtro del habitáculo para asegurarte que el aire que entra al interior del coche esté libre de polen y otras partículas contaminantes. Cuando está obstruido, el flujo de aire que deja pasar a su través es cada vez menor, así que al cambiarlo deberías notar una mayor cantidad de aire saliendo por las rejillas.
- Cambiar el filtro puede ayudar a evitar que salga mal olor de las salidas del aire acondicionado, sin embargo, ese mal olor se debe seguramente a que han proliferado hongos y bacterias en los conductos, por lo que es recomendable inyectar y aerosol fungicida en los conductos del aire, y después ponerlo en recirculación con las ventanillas cerradas durante 10 minutos, para eliminar los malos olores que se deben al aire acondicionado.
- Si ya has hecho todo lo anterior y sigue sin enfriar lo suficiente, tendrás que llevar el coche al taller para que recarguen el gas del aire acondicionado, por un precio no superior a los 30 euros. Sin embargo, si tiene que hacerlo cada año, quiere decir que tienes un problema en alguno de los componentes o una fuga.
- En el caso de los coches más viejos, sobre todo, una revisión del aire acondicionado cada dos años es lo más conveniente, para comprobar que el compresor, el evaporador o la válvula de expansión funcionan bien, que no haya fugas, y que recarguen el gas.
- Evita poner el aire acondicionado a menos de 22 grados par evitar un gasto de combustible innecesario, ya que llevarlo por debajo de 20 grados eleva el consumo hasta un 20%.
- En los días muy calurosos, inicia la marcha con las ventanillas abiertas y enciende el aire al cabo de uno o dos minutos. Cuando se haya renovado el aire del habitáculo, cierra las ventanillas y pon el climatizador en recirculación, así evitarás tener que enfriar constantemente el aire del exterior. Una vez el coche haya alcanzado la temperatura deseada, deja que entre el aire de fuera en el circuito, para enfriar el coche más rápido y gastar menos energía en ello.
- Muy de vez en cuando, conviene echarle un vistazo al radiador y limpiarlo si está accesible, ya que puede estar obturado por insectos o suciedad, lo que influye negativamente en el aire y en otros sistemas del coche. Comprueba el nivel de líquido refrigerante, revisa los conductos y manguetas y comprueba que las correas están firmes.