El sistema de transmisión

El sistema de transmisión es una de las partes más importantes para generar el movimiento del coche. El motor es el corazón porque genera la energía necesaria para mover el coche. Pero el sistema de transmisión es el encargado de transmitir esa energía a las ruedas. La transmisión es un sistema sencillo y a la vez complejo. Sencillo porque consiste del movimiento de varios engranajes. Y complejo por las múltiples partes que lo conforman y hacen esto posible.

¿Qué es un sistema de transmisión?

El sistema de transmisión es el conjunto de piezas encargadas de convertir la energía térmica producida por el motor en la energía mecánica que las ruedas necesitan para moverse. En otras palabras, es el sistema que transmite la potencia producida por la combustión a las ruedas para generar el movimiento.

Para qué sirve el sistema de transmisión

En este sistema, varias piezas toman un lugar importante, como el embrague, la caja de cambios, el grupo reductor, el diferencial y otros. Cuando la energía se transmite, el par motor se adapta a las necesidades de conducción del vehículo. La transmisión debe ser capaz de ajustarse a la velocidad, la resistencia del aire, el tipo de carretera y la carga soportada a la que está sometida el coche en diferentes circunstancias.

Con este fin, el sistema de transmisión cumple tres propósitos:

• Transmitir la energía del par motor desde la salida de cambios hasta las ruedas a través de diferentes elementos.
• Acoplar o desacoplar el giro del motor a través del embrague.
• Reducir o aumentar la energía que sale del motor a través de la caja de cambios.

Tipos de sistemas de transmisión

Existen dos tipos de transmisiones principales, las manuales y las automáticas. Veamos cada una de manera particular.

Sistema de transmisión manual

Las transmisiones manuales fueron las comunes en el mercado hasta hace unos años. Desde hace varias décadas la mayoría de los coches eran fabricados con este tipo de transmisión.

Se le llama manual porque realiza los cambios de engranaje de una manera manual a través del pedal de embrague y la palanca. Cuando el conductor pisa el embrague y mueve la palanca, una serie de engranajes se ponen en acción. Estos engranajes tienen diferentes tamaños y velocidades que pueden cambiar la relación que existe entre el giro del motor y las ruedas.

Este tipo de transmisiones tienen varias ventajas. Los coches de transmisiones manuales suelen ser más económicos que los de transmisiones automáticas. Además, ofrece un mayor control del coche al piloto, permitiéndole escoger la velocidad y la marcha que quiere usar. Además, se puede utilizar el así llamado frenado del motor. También ofrece una mayor eficiencia de consumo y es fácil de mover empujándolo en caso de quedar estropeado, de modo que no siempre será necesario una grúa.

Pero como desventajas, este tipo de transmisiones son más difíciles de manejar. Requiere aprender a sincronizar el embrague con la palanca del coche para no causar ningún daño en la transmisión. Y puede representar todo un reto aparcar en lugares empinados o conducir por largos recorridos.

Partes del sistema de transmisión manual

La transmisión manual y la automática básicamente tienen el mismo propósito: convertir las revoluciones por minutos del motor en energía para mover las ruedas. En cuanto a piezas se refiere, la transmisión manual se diferencia de la automática en algunas cosas importantes. 

La transmisión manual cuenta con varios engranajes que se dividen en tres secciones: el eje de entrada, el eje intermedio y el eje de salida. El engranaje de entrada es el encargado de transmitir la potencia del motor al eje intermedio. Por esa razón, el eje intermedio siempre se encuentra girando a una misma velocidad. En el de entrada y en el de salida, los ejes están conectados en todo momento al engranaje.

El eje de salida es el que determina las velocidades del coche. Sus engranajes tienen diferentes tamaños y giran a diferentes velocidades. Pero en este caso los engranajes no están conectadas al eje. De modo que el eje se mantiene estático, a pesar de que sus engranajes están en movimiento.

Esto también significa que las ruedas del coche no se moverán hasta el eje se conecte a alguno de los engranajes de salida. Aquí es donde entra en juego la palanca de cambios. El movimiento de la palanca de cambios manual activa un manguito que conecta los engranajes con el eje de salida. El eje de salida cuenta con diferentes manguitos para conectar con los diferentes engranajes.

Sin embargo, puesto que los engranajes giran a diferentes velocidades, la conexión del manguito con los engranajes es muy difícil que ocurra y podría causar averías. Por eso, se debe procurar que vayan a una misma velocidad.  Aquí es donde entra en juego el pedal de embrague, la pieza por excelencia de la transmisión manual. Con ayuda de un anillo sincronizador, el embrague iguala la velocidad del del engranaje con la del manguito y así se hace posible el cambio de velocidades. Esta es la razón por la que los coches de transmisión manual sufren una pérdida de velocidad al realizar un cambio.

Sistema de transmisión automática

A diferencia de la transmisión manual, la automática no utiliza un pedal de embrague para mover los engranajes. En este caso, la caja automática utiliza un líquido de transmisión que genera la presión necesaria para que todos los componentes se muevan. Este aceite también tiene la función de lubricar los engranes de la transmisión automática.

Las cajas automáticas incluyen un convertidor de torque que hace que los engranajes se acoplen o desacoplen al motor. El convertidor de torque también regula los movimientos de los engranajes, haciéndolos más rápido o más lento.

Por sus características, la transmisión automática es más fácil de utilizar. No requiere aprender a usar la palanca en sincronía con el embrague. También permite mantener las dos manos en el volante. Además, es perfecto para ciudades, especialmente cuando hay mucho tráfico, ya que la tarea de arrancar y frenar es más sencilla y menos agotadora. Manejar en zonas montañosas es más sencillo con los coches de transmisión automática.

Pero su principal desventaja es que son más costosos que los de transmisión manual y son menos eficiente en cuanto al consumo de combustible se refiere. También suelen averiarse más rápido.  

Partes del sistema de transmisión automático

La transmisión automática utiliza un grupo de engranajes planetarios, llamado así por la disposición de sus engranajes. Cuenta con el engranaje solar y el engranaje de anillo que son los que dan las entradas de potencia a la transmisión. También cuenta con engranajes planetarios que giran sobre el engranaje solar y dentro del engranaje de anillo.

Gracias a este sistema, la transmisión puede tener diferentes velocidades de salida.  Cuando estos engranajes son activados con el líquido de transmisión por presión hidráulica, se cambia la dirección y la velocidad de los componentes.

El sistema de transmisión automático tiene 3 conjuntos de engranajes planetarios para ofrecer 6 velocidades y la reversa. Los engranajes tienen diferentes tamaños y relaciones que se activan a través de unos embragues alrededor de los engranajes de anillo.

La gran diferencia de la transmisión automática con la manual es que la primera no cuenta con un pedal de embrague para realizar los cambios de velocidades. En su lugar, cuenta con un convertidor de torque que es el encargado de hacer los cambios de velocidades en el eje y los engranajes. Este es el dispositivo encargado de manejar la presión hidráulica y de realizar los cambios de velocidad entre el eje y los engranajes.

¿Cuáles son las partes del sistema de transmisión?

El sistema de transmisión cuenta con diferentes piezas básicas que permiten su funcionamiento y así alcanzar el propósito deseado. Estas son las partes más importantes de la transmisión:

Conjunto volante

Volante Bimasa o Volante Motor

El volante bimasa es una pieza que pertenece principalmente al motor, pero que va unida a la transmisión del coche. Su primera función es almacenar la energía cinética que produce el motor y transmitir la energía a las ruedas del coche. Además, absorbe las vibraciones del motor para permitir un giro homogéneo y así proteger el motor y varios elementos de la transmisión.  

Embrague

El embrague es un disco que se encuentra entre la caja de cambios y el motor conectando la acción del cigüeñal con las ruedas. Pisando el pedal de embrague, acoplamos o desacoplamos el embrague del volante bimasa con el fin desconectar el motor de la transmisión para realizar el cambio de velocidad.

El embrague es parte de las transmisiones tanto manuales como automáticas. Sin embargo, en el primero se activa a través de un pedal de embrague, mientras que en el segundo con el convertidor de torque.

Caja de cambios

La caja de cambios es la parte de la transmisión que se encarga de hacer los cambios de velocidad entre los diferentes engranajes. La caja de cambios se encuentra entre el embrague y el eje motriz. Las cajas de cambios manuales suelen tener 7 velocidades y las automáticas 10.

Árbol de transmisión

La tarea del árbol de transmisión es transmitir los movimientos de la caja de cambios hacia el eje motriz. El árbol de transmisión es necesario en coches con motor delantero y transmisión posterior o en vehículos con transmisión hacia las cuatro ruedas.

Diferencial

El diferencial sirve como un mecanismo de balanza que permite ajustar la velocidad que las ruedas requieren para moverse durante una curva. Además, ayudan a guiar y a modificar el movimiento giratorio en el eje de las demás ruedas.

La importante de esta pieza se basa en lo que ocurre cuando el coche transita por una curva. Las ruedas interiores giran a una velocidad menor que las exteriores porque el recorrido es menor. Lo que produce que el coche patine fácilmente. Por eso, el diferencial ayuda a que las ruedas exteriores se ajusten al ángulo, velocidad y recorrido de las ruedas interiores. Así se evitan problemas de tracción y velocidad.

Palieres

Los palieres son las piezas que transmiten el movimiento del diferencial hacia las ruedas. Los palieres son las barras que giran en la misma orientación que las ruedas.

Juntas homocinéticas

Las juntas homocinéticas permiten que el eje pueda estar siempre en movimiento, a pesar de la dirección o el movimiento vertical y cuasivertical por la suspensión. De esta manera, el giro se sigue transmitiendo, aunque el eje no esté perfectamente alineado con los palieres.

Averías más comunes del sistema de transmisión

Como la mayoría de las partes del coche, el sistema de transmisión puede sufrir averías que disminuyan su vida útil y afecten la funcionalidad del coche.

Árbol de transmisión desequilibrado

Puede ser provocado por averías en las juntas. Estas ocasionan vibraciones en el eje, cuando el coche anda en línea recta.

Daños en el guardapolvo

El desgaste de las juntas o la falta de lubricación puede hacer que se afloja en anclaje lo cual produce este tipo de fallos. Se puede conocer este tipo de daños porque el coche produce un ruido metálico cuando gira para cambiar de dirección.

Averías en el diferencial

Las averías en el diferencial pueden se provocados por problemas en los rodamientos: deterioros, quiebres o desajustes. Esto se manifiesta en falta de estabilidad cuando aceleramos o detenemos el coche.

Problemas en la caja de cambios

Las averías en la caja de cambios se manifiestan en la dificultad para colocar algunas velocidades como también en que tarda más tiempo de lo debido en acoplar la marcha, lo que se manifiesta en pérdida de velocidad. Normalmente se produce por falta de lubricación o por alguna falla en la calibración de la caja.

Mal funcionamiento del embrague

El embrague puede presentar problemas para arrancar o cambiar la marcha. Otra avería común es que el embrague patine porque el tope de la palanca está desajustado. El embrague también podría desgastarse prematuramente por el mal hábito de conducir con el pie apoyado sobre el pedal de embrague.

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El sistema de transmisión es un sistema sencillo y complejo a la vez que permite el movimiento del coche. Te mostramos cómo funciona la transmisión del coche.