Turbocompresor: operación y mantenimiento
¿Qué es?
Inventado en 1905 por Alfred Büchi, un ingeniero suizo, el turbocompresor, más comúnmente conocido como turbo, hace posible aumentar el rendimiento de un motor al comprimir un mayor volumen de aire que ingresa al motor. Montado en todo tipo de motores, su función es aumentar la potencia volumétrica.
¿Cómo funciona?
Parte de la energía de los gases de escape se recupera para impulsar la turbina No. 1, conectada por un eje central y montada, con mayor frecuencia, en un rodamiento o rodamiento hidráulico, a la turbina No. 2, responsable de comprimir el aire que entra en la toma. Este proceso permite un mayor suministro de aire. Este aire a presión está regulado por una válvula, ubicada en el escape llamada Wastegate o válvula de alivio. El aire, calentado durante su compresión, luego se enfría gracias a un intercambiador llamado intercooler.
Desde hace algún tiempo, ha aparecido el turbocompresor de geometría variable. Permite reducir los tiempos de respuesta, llamado “retraso” y aumenta el rendimiento del motor en todos los rangos de velocidad.
¿Cuáles son los síntomas de un turbo sucio?
El turbocompresor, colocado en el colector de escape, está en contacto directo con los gases de escape y la carbonilla que los compone. A largo plazo, la suciedas del turbo causa:
- Pérdida de rendimiento y potencia
- Sacudidas del motor
- Tirones durante la aceleración
- Un motor lento
- Testigos de avería de motor encendidos
- Motor en modo emergencia, etc.
¿Cómo evitar que se ensucie el turbocompresor?
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