La válvula EGR: operación y mantenimiento
Sea que sepamos que es la válvula EGR o no, lo cierto es que en algún momento de nuestras vidas terminaremos en el taller por una avería en este dispositivo. La válvula EGR es un dispositivo que llevan tanto los motores diésel como los de gasolina para reducir la contaminación por las emisiones de gases.
Sin embargo, las averías se producen con mayor frecuencia en los motores diésel. Por lo cual, no está de más conocer un poco más sobre esta válvula, las razones de su avería y cómo tratarlas a tiempo. ¡Comprar una nueva es bastante costoso! Así que es mejor cuidarla.
¿Qué es la válvula EGR?
EGR son las siglas en inglés de Exhaust Gas Recirculation cuyo significado es: recirculación de los gases de escape. El EGR no es más que una válvula que utilizan los motores de combustión, especialmente los de diésel, para reutilizar los gases emitidos por el motor. El EGR se encuentra entre el colector de admisión y el colector de escape, con el fin de que los restos de gases vuelvan a hacer combustión. Sin embargo, al estar unidos al colector de admisión, se mezclan con aire limpio y por su baja concentración de oxígeno las emisiones de NOx son considerablemente menores.
En otras palabras, el EGR es un dispositivo que se han integrado en los coches para ser amigable con el ambiente y con nuestra salud. Esto lo logra al reducir la producción de los óxidos de nitrógeno y aprovechar al máximo el combustible, reutilizando los restos de combustible que no ardieron bien en el ciclo anterior.
Válvula EGR gasolina
Tanto en los coches diésel como en los de gasolina el funcionamiento es muy similar. Pero sus diferencias más importantes tienen relación con el funcionamiento del motor y su rendimiento. Los motores de gasolina tienen una mariposa en el sistema de admisión que regula la cantidad de aire que ingresa al motor a medida que se presiona el acelerador, una diferencia importante con el motor de diésel que absorbe todo el aire que sea posible.
Esto hace que la cantidad de aire que ingresa al motor de gasolina y la temperatura de combustión se vea alterada cada vez que pisamos el acelerador. Por lo tanto, no puede haber una recirculación directa desde el tubo de escape como normalmente sucede en los coches diésel. En este caso, integra un sistema de mapeo que regula la cantidad de gases de escape que entrará a la cámara de combustión y del tubo de escape al EGR.
Además, la válvula EGR en los motores de Gasolina reduce la emisión de NOx a un 40%, disminuye el consumo de gasolina a 3% y produce menos CO2, lo que equivale a 25% menos de contaminación. Y en el caso de los motores de gasolina con inyección directa el consumo de 50-60% de NOx y un consumo de 2%. Esto equivale de un 30% a 50% menos.
Válvula EGR diésel
En el caso de los motores diésel, se utiliza una mariposa en el sistema de admisión para regular la recirculación de escape. Esto es porque los motores de diésel absorben la mayor cantidad de aire posible. Y aquí el EGR sí está conectado directamente al tubo de escape.
Otra diferencia importante entre la válvula EGR diésel y la de gasolina es que la primera tiende a averiarse con mayor facilidad. Puesto que el diésel genera más carbonilla y así el EGR está más propenso a obstruirse en este tipo de coches. De allí que los coches diésel sean tan propensos a dar problemas con el EGR.
En los coches diésel, la tasa de contaminación reduce en 65%, con 10% partículas de Hidrocarburo y un 50% menos de NOx.
Funcionamiento válvula EGR
El propósito de la válvula EGR es recircular los gases de escape al volver a introducirlos en el cilindro para que así sean utilizados en un nuevo ciclo. El EGR disminuye la emisión en altos porcentajes de gases NOx. Los dióxidos de nitrógeno se producen a altas temperaturas, una vez que el aire en el proceso de combustión sobrepasa los 1200º C. Los gases de escape que el EGR reutiliza son bajos en oxigeno lo que permite que tenga un proceso de combustión más frío, es decir, se queman a temperaturas más bajas. Gracias a esto, no se propicia la temperatura adecuada en la cámara de combustión para producir los gases NOx.
Este sistema es bastante agradable con el ambiente, pero también perjudica la potencia del coche porque no permite que el motor alcance mayores prestaciones. Otra cosa a tener en cuenta es que esta recirculación solo se lleva a cabo cuando el motor no está funcionando a plena marcha (en fase de calentamiento, sin mucha exigencia o a media potencia). En tales casos, la válvula se mantiene cerrada. Porque a mayor potencia mayor presión habrá en el colector de admisión que en el de escape. Si no se cierra, el aire de admisión no va al motor, sino que se va por el escape y se produce una mezcla de aire y combustible que es excesivamente rica en combustible. Lo que a su vez produce densas emisiones de humo negro por el escape, pérdida de potencia y demasiado consumo. Señales claras de que el EGR está averiado.
Actualmente, hay dos tipos de válvulas la EGR: las válvulas mecánicas o neumáticas y las válvulas eléctricas. En esencia, ambas válvulas funcionan igual. Su principal diferencia es cómo se activa su funcionamiento.
Las válvulas neumáticas fueron las primeras válvulas que se integraron en los motores y suelen tener un costo menor a las eléctricas. Su mecánica es sencilla: la electroválvula de vacío abre y cierra el interior de la válvula EGR basado en la posición del pedal, las prestaciones del motor, su temperatura, etc. La presión producida por la electroválvula hace que se levante la válvula del EGR para que ingresen los gases de escape.
Mientras que en las válvulas eléctricas es la unidad electrónica del motor la que actúa sobre el solenoide del EGR, basado en la temperatura del motor, las prestaciones del coche, el rpm, etc., Esta acción envía señales al solenoide que hacen que la válvula de el EGR se abra o se cierre.
Válvula EGR problemas
Las averías más comunes de la válvula a EGR se debe a exceso de suciedad acumulada. Los coches con motores diésel son los que presentan este fallo más a menudo, ya que generan más carbonilla porque su proceso de combustión no es completo y quedan muchos residuos. Además, esto se propicia aún más si el coche suele andar a bajas revoluciones de manera habitual (lo normal si solo usamos el coche en la ciudad).
El exceso de carbonilla en el EGR no permite que la válvula responda a las directrices del ECU o se quede atascada, y por tanto, la válvula no se cierra o se abre completamente. Si la válvula queda abierta, el motor perderá potencia, tendrá problemas para arrancar, dará tirones al acelerar y las emisiones de humos aumentará considerablemente. En cambio, una válvula EGR que se queda cerrada no puede realizar su proceso normal de anticontaminación, lo que a su vez activa el modo avería del coche que reduce el rendimiento y la velocidad del motor.
¿Cómo mejorar el funcionamiento de la válvula EGR?
Hay diferentes formas de mejorar el funcionamiento del EGR. Eso sí, de entrada, te decimos que no consideramos que eliminar la válvula EGR sea una solución. Nunca es recomendable anular la válvula EGR. No solo porque tu coche contaminará más el ambiente y afectará más la salud de las personas, sino porque quitar esta válvula puede afectar el funcionamiento de tu coche, traerte problemas cuando hagas la prueba de la ITV y futuras sanciones.
También debes saber que es inevitable que el EGR se acumule de carbonilla. Llegará un momento de la vida de tu coche que tendrás que hacer una limpieza. Por eso, aquí algunas recomendaciones para prolongar más este momento y para solucionar averías en el EGR:
- Conducir a altas revoluciones para limpiar la carbonilla. Si conducir a baja velocidad ayuda a acumular la carbonilla, subir considerablemente las revoluciones del coche durante un viaje ayudará a que se destape. Con pisar el acelerador durante 5 minutos puede ser suficiente.
- Usar aceites de calidad. Los aceites de mala calidad producen exceso de carbonilla en la combustión. Cuidamos el EGR cuando usamos buenos aceites.
- Descarbonizar el motor. Descarbonizar el motor reduce la carbonilla en el EGR, el sistema de admisión y el filtro de partículas. Es el método más eficiente para cuidar y reparar problemas en el EGR. Se puede hacer a través de aditivos químicos, pero estos suelen tener efectos secundarios que afectan el funcionamiento del motor pero en la descarbonización de Flexfuel, reducimos la carbonilla a través un proceso de descalcificación por hidrógeno que es más eficiente y no daña el motor.
Si el EGR de tu coche se ha averiado, puedes contactar a nuestro grupo de talleres certificados de tu región. Cuenta nuestros los profesionales capacitados para solucionar los problemas con el EGR.