Sistemas de lubricación
En este post os explicaremos cómo la tecnología Flexfuel os ayuda a mantener el sistema de lubricación para conservar las prestaciones originales de tu coche y evitar averías costosas. Bueno, ¡vamos allá!
Lubricación del motor
La lubricación del motor consiste en las diferentes formas de llevar el lubricante -aceite- por las diferentes piezas del motor, con el objetivo de crear una película lubricante en todas las superficies de los elementos móviles del motor, y evitar así que se desgasten de forma prematura y excesiva, y que disminuya así la vida útil del motor.
¿Cómo funciona el sistema de lubricación de un motor?
El elemento principal del sistema de lubricación es, evidentemente, el lubricante, que se conoce más comúnmente como el aceite motor. Éste se almacena en la parte inferior del motor, ya sea en una especie de cubeta que se conoce como cárter o sumidero, o en un tanque de drenaje, ubicado también, debajo del motor. El lubricante es extraído desde este tanque a por la bomba de aceite, pasando primero por un colador, que impide el paso de las partículas más grandes depositadas en el fondo del tanque, hacia el resto del sistema. Una vez sale del coladero, pasa por el filtro de aceite, que atrapa las partículas e impurezas más pequeñas, y envía el aceite limpio a un enfriador, antes de que sea distribuido por las distintas zonas del motor por medio de los tubos de derivación.
Estos tubos de derivación se reparten por todas las zonas a lubricar, para que el lubricante circule de forma continua durante el funcionamiento del motor, que es cuando las piezas móviles están en constante movimiento. De esta forma se consigue que el aceite circule por los cojinetes, émbolos, bielas, anillos del pistón, pasadores, árbol de levas, etc.
Una vez el aceite es repartido por todas las zonas del motor, de abajo hacia arriba, vuelve a recogerse en la parte más baja del motor aprovechando la fuerza gravitatoria, desde donde comienza de nuevo el proceso de forma continua mientras esté en funcionamiento el motor.
Sistema de lubricación y su función
Ahora que sabemos lo que es y cómo funciona, tenemos claro que la principal función del sistema de lubricación es la de reducir y/o evitar al máximo el contacto directo entre las diferentes superficies y elementos que conforman el motor, además de disipar del calor producido por el movimiento continuo de las piezas móviles del mismo.
Tipos de sistemas de lubricación
Se denominan sistemas de lubricación a los diferentes métodos de distribuir el lubricante por las piezas del motor. Dependiendo del tipo de motor, tipo de combustible, tipo de fabricación, y otros muchos factores, un motor puede usar uno u otro sistema de lubricación. Veamos a continuación los más comunes.
Sistema de lubricación por salpicadura
En este sistema, una bomba se encarga de llevar el aceite desde el cárter a unos depósitos o hendiduras, manteniendo un nivel preestablecido. Entonces unas aspas o cuchillas situadas en los codos del cigüeñal, mientras giran, se empapan de lubricante y salpican las zonas que les rodean.
Sistema de lubricación por goteo
El aceite se extrae por bomba y se distribuye por medio de tuberías hasta las zonas a lubricar. Una vez allí, el aceite se deja caer en forma de gotas o chorro encima de los elementos a lubricar. Debajo de éstas, hay un elemento de recogida conectado con otras tuberías que conducen el lubricante de nuevo hasta el depósito inicial, donde comienza de nuevo el proceso.
Sistema de lubricación por cárter seco
En este sistema se da por sentado que la conducción del vehículo será en condiciones de máxima exigencia, sobre todo para competir. Por esto, el aceite no se almacena en el cárter, sino en un depósito auxiliar que suele ser alto y estrecho, para asegurar que la bomba de suministro aspire lubricante en todo momento, de modo que el motor esté siempre lubricado y refrigerado, a pesar de las fuertes frenadas o giros bruscos.
Sistema de lubricación por presión
Este es el sistema más común en los vehículos utilitarios. El aceite es impulsado por la bomba a casi todos los elementos, a los cuales llega por medio de los conductos, con excepción del pie de biela, que se lubrica usando los segmentos, que arrastran el aceite por las paredes del cilindro e impiden que el aceite pase a la parte superior del pistón. Si el sistema de lubricación de tu coche esta fallando no dudes en buscar un taller FlexFuel cercano.
Sistema de lubricación por barboteo
En este sistema, ya en desuso, el aceite se recoge desde el cárter por una especie de cucharillas situadas en las cabezas de las bielas, aprovechando su giro para lubricar los cojinetes biela-cigüeñal. El movimiento de giro constante permite que se salpique aceite dentro del cárter, lo que posibilita que llegue a casi cualquier rincón.
Sistema de lubricación por niebla
Este sistema transporta pequeñas partículas de aceite suspendidas en el aire -de ahí el término niebla- desde un lubricador, hasta los difusores situados en los diferentes puntos de engrase, por medio de toberas de distribución que no deben tener curvas pronunciadas o sifones, ya que el lubricante podría acumularse en esas zonas, y no llegar a la zona a lubricar.
Sistema de lubricación por anillo
En este sistema, el fondo del soporte del cojinete forma un depósito que se llena de lubricante, y en este depósito se sumerge parcialmente un anillo conectado con el árbol de levas, que gira a medida éste lo hace. De este modo, al impregnarse de aceite y girar, lo lleva a la parte superior del árbol, desde donde se desliza por todo el casquillo.
Sistema de lubricación por gravedad
Este sistema opera usando el principio de alimentación por gravedad. Un depósito de suministro se usa para suministrar el lubricante por medio de tubos con inclinación hasta la zona a lubricar. Los métodos de lubricación con alimentación por gravedad usan la alimentación por goteo, cadena y lubricación con mecha.
Sistemas de lubricación en motores Gasolina
Los sistemas de lubricación en los motores gasolina pueden ser igual que en los motores diésel en cuanto a la forma en que lo distribuyen por el circuito, pero, desde luego, no se recomienda el uso del mismo tipo de aceite en motores diésel que motores gasolina.
En los motores gasolina no es tan importante el nivel de “cenizas” o Low saps que contenga el aceite del motor, ya que éste soporta aditivos más agresivos y usualmente no requiere especial atención en cuanto a los sistemas de re-circulación de gases y anti-contaminación.
Sistemas de lubricación en motores Diésel
Para motores diésel se recomienda el uso de aceites bajos en cenizas, con aditivos menos agresivos, que sean más respetuosos con el medio ambiente, y que alarguen la vida útil del filtro de aceite, lo que se consigue gracias a que sus partículas contaminantes se deshacen con más facilidad. Por otra parte, los aceites para motores diésel tienen una mayor carga anti-desgaste, con el objetico que cuidar de los catalizadores de este tipo de motores.
Consecuencias de usar un lubricante equivocado
Usar un aceite no recomendado para el tipo de motor del vehículo puede causar una serie de averías en el motor y sus elementos, que presentarán síntomas como:
- Reducción de un 30% la efectividad y vida útil del FAP
- Mayor consumo de combustible
- Pérdida notable de potencia
¿Qué pasa si tenemos el lubricante sucio?
Cuando el lubricante del motor se ensucia, ya sea por la carbonilla que arrastra al contacto con superficies que presentan exceso de la misma, o por los excesos metálicos generados por el roce entre piezas mal lubricadas, los posibles problemas son múltiples.
En el caso de la carbonilla, puede solidificarse creando una pasta que se incruste en los elementos del motor como el eje del turbo, por ejemplo, lo que puede causar una avería muy costosa. En el caso de las virutas metálicas arrastradas por el circuito, pueden arañar otras piezas, deteriorándolas y reduciendo la estanqueidad del circuito, causando finalmente averías mucho mayores y costosas.
Por supuesto, un lubricante sucio tampoco cumplirá correctamente su función de refrigerar el motor, por lo que podemos hacer que éste trabaje con temperaturas más altas de las que puede soportar, desgastándose y reduciendo su vida útil considerablemente.